“Si malo es el gringo que nos compra
peor es el criollo que nos vende”
Arturo Jauretche
Dólar
Se puede pensar que así como se amplían derechos, como sucedió con la
Ley de Matrimonio Igualitario, o la Ley del Peón rural, o la reforma
del Código Civil y Comercial, y se marcha tras la reforma al Código
Penal etc., volviendo más amplio, más justo, plural y democrático al
país, también puede irse ampliando la soberanía monetaria y llegar a
todas las transacciones que se realizan dentro del País, en pesos. E
incluso ampliarlas en un contexto mayor realizando las transacciones
comerciales de todo tipo en el marco de la CELAC, en moneda de cada
país. China y Japón comentaba la semana pasada CFK, ya lo hacen, o
sea demuestran que es posible intercambiar productos comerciales usando
yuanes y yenes, y no dólares. De este modo un aspecto de la
hegemonía mundial del gran imperio militar comercial financiero recibe y
siente el impacto rebelde a una de sus naves insignias: el dólar. El
Tesoro de los EEUU tiene la potestad de su producción monetaria pero
básicamente tiene el poder de imponerlo como moneda de cambio mundial.
Hoy está en retirada y todos los sectores dominantes se hacen los
boludos, como no hacer mención alguna a que la 2º y 3º potencia
económica mundial no utilizan el dólar en sus transacciones como China y
Japón. Si hasta los europeos entre ellos no usan el dólar, crearon
como bloque ‘el euro’, y que hoy también tambalea.
Son los viejos
admiradores de ‘la gran democracia del Norte’, los que rinden tributo a
la mirada imperial de EEUU, como socios del desarrollo en el patio
trasero latinoamericano, y asumen el dólar como moneda insignia, no
solo porque comercian productos con ellos sino porque se subordinan a
sus mandatos y asumen su visión del desarrollo del mundo. Por eso
quieren ser como ellos. Son el modelo a imitar. Es el 1º mundo que
Menen soñaba para sí, lo aplicó siguiendo las recetas de Ronald Regan y
el Consenso de Washington, trazó y comulgó ‘relaciones carnales con
EEUU’. Y fundió al país. En este sentido Ruben Dri, dice: “Pertenecemos a
una nación del continente latinoamericano que por mucho tiempo miró a
Europa, que estuvo orgullosa de pertenecer a la órbita del imperio
británico, llamándose granero del mundo, que en la década del ’90
abandonó a sus compañeros del Tercer Mundo, imaginándose en el Primer
Mundo, ilusión que se disipó en forma violenta y catastrófica en las
jornadas del 19-20 de diciembre de 2001”.
Hay que decir que la
colonización monetaria no solo alcanza a las clases dominantes en el
caso de Argentina sino que también a los sectores medios, a partir del
impacto del proceso hiperinflacionario de la época final de Raül
Alfonsín, comenzaron a ‘protegerse’ ahorrando en dólares y extendiendo
las transacciones en dólares dentro del país, a la mayor cantidad de
rubros: por ejemplo casas y departamentos se cotizaban en dólares, el
metro cuadrado y los campos etc. La dolarización se extendió a las
clases medias que de cara a sus opciones de representación política
como clase o sector social, en su tendencia oscilatoria, eligieron
mirarse mayoritariamente en el manejo de los sectores dominantes
sobre cuestiones cambiarias, y tomaron el dólar, porque en realidad
con ello completaban la mirada imitativa de los que mandan a quienes
tenían como modelos, vivan en country, directorios o cascos de
estancias. A la vez rechazan o eluden mirarse en el espejo que refleja
la moneda de uso de las clases populares que es la moneda de su propio
país. El peso pasa a ser una moneda subordinada a la adoptada desde el
colonialismo monetario, enfrentando la soberanía monetaria argentina.
Este es el punto.
Dólar-inflación
Se dice que es una
estrategia contra la inflación irse al dólar. Mentira, en la década del
noventa, el sector privado con un peso depreciado, uno a uno con el
dólar y precios estables, duplicaron sus activos en dólares en el curso
de esa década. No es que ante la inflación se van al dólar. Siempre
están allí. Y en particular el sector exportador agrario. Ahora sacan a
relucir la inflación, no reconocida o negada por el gobierno según
afirman, y como sostienen que no solo es real sino escandalosa, se
van al dólar como resguardo, así explican la corrida al dólar. Para
comenzar, con el cuco de la inflación, hay que decir que sobre este
indicador macroeconómico, también son tributarios del colonialismo
financiero internacional. Joseph E. Stiglitz, premio nobel de economía,
ex Economista Jefe del Banco Mundial, en su libro El malestar en la
globalización, dice respecto de este tema que ‘El FMI tiene paranoia de
inflación’, viven perseguido con eso, lo mismo que acá. Parece ser que
el premio nobel, advirtió otro síntoma recurrente, que combinado con
el síntoma local de TOC (trastorno obsesivo compulsivo) por el dólar,
los mueve a apelar a esa moneda para cubrirse de un proceso
inflacionario, que habita más que en la realidad, en sus propias
cabezas colonizadas por el máximo organismo financiero internacional
que padece de paranoia con la inflación, como los émulos del
establishment local. J. Stiglitz que fuera también presidente del
Consejo de Asesores Económicos del presidente de los EEUU Bil
Clinton, analiza en el libro de referencia que el FMI recomendaba
incluso a los propios EEUU que tenía en esa época una baja inflación,
que suba las tasas de interés para equilibrar el proceso inflacionario, y
dice el máximo Asesor Económico del presidente de los EEUU B.
Clinton que, “EEUU no hizo caso al FMI. Ni la Administración de Clinton
ni la Reserva Federal le prestaron mucha atención” afirma, y lograron
–refiere- expansión económica. Claro que si el FMI le hace esa
recomendación sobre la inflación a otro país que no tenga el poderío de
EEUU, y no le da bola, le corta la cabeza, sino pregúntenle a las
amenazas de Angela Merkel en la zona euro.
Devaluación del peso
Ni mini devaluaciones ni super devaluaciones que es donde instalan la
discusión los contra del gobierno y algunos defensores. Unos y otros
toman el alza de los precios como generador de un proceso inflacionario
que dicen que el gobierno no reconoce. Es decir lo primero que se debe
instalar es la vigencia cuando mas escandaloso mejor, de la
inflación, y para eso la primera condición fue defenestrar al
organismo estatal INDEC que calcula los índices estadísticos, sobre
los cuales se definen cuestiones como la inflación. A partir allí
imponen sus propios guarismos: ‘la inflación del parlamento’ (oposición
política parlamentaria), ‘la inflación de la góndola’ CGT de Moyano)
etc.
Antes, cuando no se hablaba de inflación, los gobiernos que
en gran parte representaban intereses de la oligarquía nativa,
terminaban favoreciendo al sector agro exportador. El mercado
internacional donde comerciaban sus productos, les fue siempre
favorable operando con un dólar alto y un peso bajo. Y así dictaminaban
sus Ministros de Economías. Posteriormente ante procesos ya bautizados
como inflacionarios históricamente, la solución era la misma, dólar
alto y peso bajo, lograda por medio de una fuerte devaluación del peso.
¿Porque la devaluación del peso fue la receta histórica de todos los
gobiernos ante crisis que respondían en su diagnostico a procesos
inflacionarios?, Por una cuestión muy sencilla. Porque en esos gobiernos
había fuertes intereses y representantes de la oligarquía
diversificada con hegemonía del sector agrario, que recurren al
comercio internacional en busca de precios mas rentables. Operar en el
mercado interno les provoca menores utilidades, entonces afirman la
existencia de un proceso inflacionario, lo agitan como estímulo pro
devaluación, catapultado por sus economistas que entrevistan en la city
porteña en todos los canales del grupo Clarín Nación, para hablar sobre
la necesidad de lograr un peso depreciado, bajo, devaluado. Como no hay
lo que buscan, generan pánico para provocarlo.
Eso viene desde
la generación del 80 del siglo pasado. Toda devaluación favorece los
términos del intercambio al sector exportador, en detrimento de los
demás sectores como el sector trabajo, que se perjudica ante la
devaluación del peso, porque sus ingresos salariales se hacen en base a
una moneda que al depreciarse pierde valor de compra, se reduce su
poder adquisitivo, y necesita un montón de plata para mantener su poder
de compra. Al depreciar el sector trabajo ganan muy mucha plata. Eso
buscan, licuar los salarios. Moyano si no te avivas vamos mal, porque
esta en juego en cada una de estas movidas el trabajo y la capacidad
adquisitiva del trabajador. Ahora las movidas mediáticas para hacer
entrar en pánico al sector medio en particular, y que todos corran al
dólar, intenta instalar la idea de falta de dólares, no hay dólares, y
ante eso surge el mercado negro de dólares y el gobierno debe
devaluar, o endeudarse pidiendo prestado dólares. Asi se resolvería el
problema. Con ambas pierde el pueblo y la nación. Veamos porque
- Devaluación: supongamos un escenario de devaluación del 100 %, esto es que si con
$ 5 comprabas 1 dólar, ahora se necesitaría el doble $ 10 para
comprar 1 dólar. Entonces si por ejemplo, venden productos por valor
de 1000 dolares, cuando ingresan esa cantidad de dólares al país y lo
cambian en Argentina esos 1000 dolares que antes de la devaluación
costaba $5 el dólar y te iban a pagar 5$, ahora recibes el doble, $
10 el dólar. Hacen la misma transacción, la misma operación comercial,
igual volumen ni una vaca mas, ni un kilo de soja mas y ganan el doble
por una simple cuestión cambiaria. Como no va ir Biolcatti y la Mesa de
Enlace a hacer quilombo donde sea contra un gobierno que se resiste a
esta especulación financiera. Y se entiende que sus contadores y
economistas argumenten cada noche en la pantalla de la tele, a favor de
la ganancia de sus patrones, proponiendo la devaluación. Pero no
a todos favorece la devaluación. Si el peso pierde valor, si pasa a
ser una moneda de poco valor, el sueldo que se cobra en pesos ya no
alcanza para comprar las mismas cosas que podías comprar antes de la
devaluación. Antes siguiendo con el escenario de un 100 % de
devaluación, con $ 4 comprabas 1 K de azúcar, era como decir valía 1
dólar, ahora necesito $ 8 o sea 1 dólar, porque se devaluó el peso en
un 100% Perjudica al trabajador, que para compensar la pérdida de
adquisición de su salario pide aumento, va al paro, Ubaldini le metió
cerca de una docena de paros generales a Alfonsín por las
devaluaciones como respuestas a la inflación de aquel momento. Los
sueldos no alcanzaban para nada mientras que los precios se iban por
las nubes, y perdía el trabajador. Pero también el pequeño y mediano
empresario que no le daba el cuero para bancar esos aumentos que pedía
el sector trabajo y se fundía. (por supuesto que hay otras variables en
juego, pero me detengo en esta) Crecía la desocupación. Quedaban sin
laburo. Suspensiones temporarias, vacaciones forzadas pagando la mitad
del sueldo etc., pierde el trabajador y el pequeño industrial o
productor las Pymes etc. no los grandes.
- Endeudamiento: La
otra es que salga a endeudarme con préstamos de los Organismos
Internaciones que se llenaran los bolsillos con interese usurarios, y
así ingresan dólares, claro que junto aquellos entraran en vigencia los
condicionamientos de medidas económicas y políticas. Pero sobre
endeudarse ya NK puso las cosas en su lugar.
Para lograr esa
devaluación porque ya saben que no habrá endeudamiento nacional con los
organismos multilaterales de crédito, al menos no con los
condicionamiento habidos en otras épocas, arman los escándalo
mediáticos, hoy el dólar, ayer el riesgo país, en el medio la
inseguridad es igual, porque aparte de oponerse al gobierno los dueños
de los medios tienen intereses comunes con las grandes empresas, que se
beneficiarían directamente con una devaluación que precisamente
buscan los discursos que quieren meter pánico, para que el gobierno
ceda a esa presión y devalúe. Pero además por otra, el miedo afecta las
expectativas del ahorrista medio en dólares, que dirá se viene todo
abajo, se va todo a la mierda, y entonces tiende a correr y ampararse
en el dólar. Si no hay divisas, por las medidas que toma el gobierno,
lo ofrecen los arbolitos, las cuevas financieras etc. o sea aparece el
dólar paralelo, en un mercado paralelo al oficial, a ofrecer la moneda
que si bien no escasea per se en el oficial, sino la restricción a su
acceso. Si no dicen de dónde sacaron la plata para comprarlos no hay
nada, si lo demuestran ante la AFIP todo bien, pero no todos la tienen
blanqueada. Sino pregúntenle a Susana Jiménez que declaro que gana $
30.000, y no pudo decir de donde saco la guita para comprarse 2.000.000
de dólares en menos de los 5 primeros meses del 2011.
La mecánica
de transformar en su contrario la realidad, usan en estos días Clarín,
La Nación y su grupo de empresas mediáticas. En este caso
publicitando lo ilegal como legal. En efecto borran las diferencias
entre el mercado negro del dólar, que es ilegal, que constituye un
delito, y el mercado oficial del dólar pautado por las autoridades del
Banco Central y parámetro de referencia para todo tipo de transacción
legal. Los medios dan un tratamiento por el cual ubican en el mismo
nivel el movimiento y la cotización del dólar paralelo –ilegal- que
el dólar oficial – legal-. Al equiparar lo ilegal (el dólar negro) con
lo legal (dólar oficial), la ley y el delito tiene un mismo status.
Lloran la impunidad perdida, como los militares las leyes de O. D y
P.F., o como la Mesa de Enlace el impuesto actualizado del valor de la
tierra. Sueños de viejos mandamases. Pero, son otros tiempos, tiempos en
que recuperamos la Patria como dijo CFK en su discurso del 25 de mayo.
No les importa ser propagandistas de un delito, si ello ayuda a
explosionar, enloquecer a los sectores medios contra el gobierno, amen
de buscar mas ganancias.
Pero además los medios de prensa
hegemónicos venden gato por liebre, arrojando el mercado negro del
dólar como termómetro regular de cotización de esa moneda, cuando en
realidad es el dólar oficial y su cotización el que rige y por el cual
se ordenan todas las transacciones comerciales y bancarias. Sin
embargo los intereses mediáticos empujan formar una burbuja de
resistencia al gobierno bajo un mensaje de que un mercado equivalente
al 2% de las transacciones, que es lo que mueve el mercado paralelo,
es lo que sucede en el 98% de la realidad del mercado oficial que va en
otra dirección. Eso es contrabando mediático, y como todo contrabando
es delictual. Hacer propaganda del dólar paralelo que es ilegal es
agitar un delito como si no lo fuera. No se puede hacer propaganda del
contrabando, porque eso constituye un delito, diciendo por ejemplo que
el precio del paquete de cigarrillo que pasan eludiendo los controles de
la frontera sale más barato, y por eso hay que comprar el de
contrabando. Nadie sale a decir esto, pero si estos con de sangre
impune.
El fantasma de los saqueos en época que nuestra plata no
valía nada, época de la hiperinflación, hace un cuarto de siglo, época
que clamaba devaluación y que al final la convertibilidad de Cavallo
se la dio, es una experiencia guardada en el imaginario colectivo de
las clases medias no solo como descalificación de la moneda oficial,
sino como conveniencia de salirse del peso en épocas de crisis en
particular, y ampararse en otra moneda segura, como el dólar según sus
vivencias. Pero ahora entre otras cosas no hay crisis de aquella
magnitud cuando menos, el peso vale, no hay hiperinflación, el mundo
es otro. Por eso los medios tratan de crear un clima mediático
artificial lo más parecido posible al pasado, cuya experiencia se
guarda en el imaginario colectivo, para traer con ellas el recuerdo
de la incertidumbre y la zozobra económica. En realidad todo lo que sea
posibilidad de alterar y encrispar a las clases medias, son
iniciativas bienvenidas a los medios dominantes. Están en disputa los
sectores medios. Ante ellos agitan fantasmas oníricos, o sea libre
del tiempo, no lo contextúan temporalmente, como si todas las épocas y
todos los gobiernos fueran lo mismo. Agitan el fantasma del corralito
por estas horas por ejemplo, solo que ahora sería en dólares. Quieren
homologar, en la cadena equivalencial, el escenario ‘que se vayan
todos’ con el escenario de su agitada ‘crisis del dólar’. No importa
forzar la realidad para crear similitudes imposibles,
descontextualizadas si de lo que se trata es meter miedo y provocar la
estampida…..hacia el dólar, esto es contra el gobierno y a favor de su
sector.
Quienes compran en el mercado paralelo, son el 2% de los
que compran dólares en el oficial. La mayoría son aquellos que no
pueden justificar los fondos para la compra y mas algunos que pagan
justos por pecadores, y el gobierno debe ajustarla mira. Pero también
allí van a parar los corridos por la estampida mediática, y pagan lo que
sean porque el mundo se viene abajo y que se clavaran como tuna en un
machete Hacia la soberanía monetaria, al Papa lo que es del Papa, al
peso lo del peso y al dólar a la puta que lo parió.
- Devaluación: supongamos un escenario de devaluación del 100 %, esto es que si con $ 5 comprabas 1 dólar, ahora se necesitaría el doble $ 10 para comprar 1 dólar. Entonces si por ejemplo, venden productos por valor de 1000 dolares, cuando ingresan esa cantidad de dólares al país y lo cambian en Argentina esos 1000 dolares que antes de la devaluación costaba $5 el dólar y te iban a pagar 5$, ahora recibes el doble, $ 10 el dólar. Hacen la misma transacción, la misma operación comercial, igual volumen ni una vaca mas, ni un kilo de soja mas y ganan el doble por una simple cuestión cambiaria. Como no va ir Biolcatti y la Mesa de Enlace a hacer quilombo donde sea contra un gobierno que se resiste a esta especulación financiera. Y se entiende que sus contadores y economistas argumenten cada noche en la pantalla de la tele, a favor de la ganancia de sus patrones, proponiendo la devaluación. Pero no a todos favorece la devaluación. Si el peso pierde valor, si pasa a ser una moneda de poco valor, el sueldo que se cobra en pesos ya no alcanza para comprar las mismas cosas que podías comprar antes de la devaluación. Antes siguiendo con el escenario de un 100 % de devaluación, con $ 4 comprabas 1 K de azúcar, era como decir valía 1 dólar, ahora necesito $ 8 o sea 1 dólar, porque se devaluó el peso en un 100% Perjudica al trabajador, que para compensar la pérdida de adquisición de su salario pide aumento, va al paro, Ubaldini le metió cerca de una docena de paros generales a Alfonsín por las devaluaciones como respuestas a la inflación de aquel momento. Los sueldos no alcanzaban para nada mientras que los precios se iban por las nubes, y perdía el trabajador. Pero también el pequeño y mediano empresario que no le daba el cuero para bancar esos aumentos que pedía el sector trabajo y se fundía. (por supuesto que hay otras variables en juego, pero me detengo en esta) Crecía la desocupación. Quedaban sin laburo. Suspensiones temporarias, vacaciones forzadas pagando la mitad del sueldo etc., pierde el trabajador y el pequeño industrial o productor las Pymes etc. no los grandes.
- Endeudamiento: La otra es que salga a endeudarme con préstamos de los Organismos Internaciones que se llenaran los bolsillos con interese usurarios, y así ingresan dólares, claro que junto aquellos entraran en vigencia los condicionamientos de medidas económicas y políticas. Pero sobre endeudarse ya NK puso las cosas en su lugar.
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