“Los hombres temen al pensamiento más
que a cualquier otra cosa en la tierra –más que a la ruina, incluso más que a
la muerte-. El pensamiento es subversivo y revolucionario, destructivo y
terrible; el pensamiento es despiadado con el privilegio, las instituciones establecidas, y los hábitos confortables; el pensamiento es
anárquico y sin ley, indiferente a la autoridad, despreocupado de la acreditada
sabiduría de las edades (…) Pero para que el pensamiento llegue a ser posesión
de muchos, no el privilegio de unos pocos, debemos eliminar el temor. Es el
temor lo que contiene a los hombres –el temor de que sus acendradas creencias
resulten engañosas, el temor de que las instituciones por las que viven resulten
dañinas, el temor de que ellos mismos resulten menos dignos de respeto de lo
que habían supuesto que eran. “¿Debe el trabajador pensar libremente acerca de
la propiedad? Entonces, ¿qué nos
ocurriría a nosotros los ricos?” ¿Deben los jóvenes (…) pensar libremente acerca
del sexo? Entonces, ¿qué ocurrirá con la moralidad? ¿Deben los soldados pensar libremente
acerca de la guerra? Entonces, ¿qué ocurrirá con la disciplina militar?
¡Basta de pensamiento! ¡Retornemos a las sombras del prejuicio, para que
no corran peligro la propiedad, la moral y la guerra! Es mejor que los hombres
sean estúpidos, lerdos y tiránicos, y no que su pensamiento sea libre. En
efecto, si su pensamiento fuera libre, podrían no pensar como nosotros. Y este
desastre debe evitarse a toda costa” (…)
Bertrand Russell, Principios de reconstrucción
social, 1916[1]
Fundiéndose
en colectivo humano, los cordobeses se acercaron esta tarde a plaza Vélez
Sarsfield, para demostrar el hastío generalizado, el hartazgo incontenible,
frente a las violencias de la narco-policía,
la impunidad del poder, y en apoyo al periodista Tomás Méndez, miembro del
equipo del programa periodístico ADN,
a quien habrían amenazado de muerte[2].
Durante
la ocasión, la nutrida concurrencia acompañó con palmas, entonó el nombre de “Tomas”,
y concluyó cantando: “qué se vayan, que se vayan, que se vayan, que se vayan, que se vayan…”, refiriéndose
al actual gobernador cordobés y su pléyade de funcionarios.
“Estamos cansados de la corrupción, de las asociaciones ilícitas,
y de que desde el mismo gobierno provincial se ejerza todo tipo de manifestaciones
de violencia, se alimente el negocio de las drogas, en vez de combatirlo, se
amenace por decir las verdades que no les conviene, y se criminalice a los pobres,
en vez de otorgar mayores oportunidades de inclusión…; hoy venimos a apoyar a
los trabajadores de ADN, pero también venimos a pedir que se termine con tanta
impunidad; ¡Basta de violencias, basta de narco-policía!”, manifestó un vecino, bajo el aplauso de la gente.
[1] Reflexión de
Bertrand Russell, En:
Fromm, Erich (1989)
Sobre la
desobediencia y otros
ensayos. Paidós. Buenos
Aires. Pg. 55-56.
[2] <Tomás Méndez presentó una denuncia por amenazas de muerte>. Diario La Voz del Interior. 8/10/13. Disponible en: http://www.lavoz.com.ar/politica/tomas-mendez-presento-una-denuncia-por-amenazas-de-muerte [Último acceso, 16 de octubre de 2013].
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