La Tosco

"De rodillas nos pondremos una vez,

Y una vez inclinaremos nuestras frentes,

Y será el día que lleguemos a la tierra cubana

Que guarda 20 mil cubanos, para decirles

¡Hermanos, la Revolución está hecha!

vuestra sangre no cayó en vano"

Camilo Cienfuegos, 26 de octubre de 1959

Hoy 19 de noviembre de 2010, se cumple un més sin Mariano. Tenía 23 años cuando una operación política de burócratas, mercenarios y asesinos decidió terminar con su vida para dirimir una disputa sindical. Tenía 23 años, era un pibe, pero además era un militante, un combativo de esos que florecen por todos lados en momentos que la juventud se apresta a volver a tomar cartas en el asunto y decidir en qué país quiere vivir. Y eso molestaba, mucho.

Molesta tanto a quienes se encontraban cómodos en los sillones de la impunidad hace más de 30 años, que han demostrado que no tienen drama en volver a matar, en volver a perseguir, a los trabajadores, a los militantes, a los que se organizan, a los que luchan.

No es hora de ponerse a escuchar a los oportunistas de siempre, que hasta sobre la sangre caliente de un compañero, aprovechan para destruir, para golpear, para "capitalizar" un hecho más de la violencia política que debe terminar para siempre en nuestro país. No es hora de prestar atención a intereses mezquinos. Es hora de justicia, de encontrar hasta el último responsable político, intelectual y material.

Es momento de recordar a Mariano como se recuerda a los imprescindibles, en la calle, como lo haremos hoy, contra el código de faltas, contra la criminalización de la pobreza, contra la criminalización de la niñez, contra la criminalización de la juventud. Por un país más justo, donde nadie esté por encima de nadie. Donde la solidaridad rija nuestras relaciones.

Rápido se ha movido la justicia y solo ha pasado un més, pero la verdadera justicia no vendrá de un tribunal o de un gobierno de turno, llegará de la mano de la organización de los trabajadores, para correr a la burocracia de sus lugares de privilegio, para ocupar sus lugares legítimos de representación gremial y política. Cuando no haya más un Barrionuevo, un Duhalde, podremos decir que no volverá a pasar.

Mariano se fue pero volverá, con cada uno de los que se fueron dejando su última gota de sangre en las primeras filas de la lucha popular. Ese día será de fiesta, ese día demostraremos que ni la más mínima lágrima fue en vano. Ese día bailaremos con todos y todas en la nueva tierra liberada.

Mariano Ferreyra

¡No vamos a olvidar, no vamos a perdonar!

¡Hasta la Victoria Siempre Compañero!